Creyeron que eran marcas de hombres prehistóricos, pero resultó ser uno de los yacimientos de medusas más grandes y raros del mundo: murieron en masa.
Los cuerpos de las medusas quedaron enterrados, según el catedrático de Paleontología de la Universidad de Huelva, Eduardo Mayoral, en una playa y tras un episodio tormentoso, hace más de 500 millones de años.
Aparecieron, sin que haya precedente, casi todos los grandes grupos biológicos actuales. El yacimiento de medusas podría arrojar luz sobre este periodo excepcional.
Los fósiles alcanzan los 550 millones de años de antigüedad. El yacimiento de Constantina, municipio sevillano, ha registrado incluso marcas del oleaje. Se llaman ripples de oscilación. Los ripples y los enormes fósiles de medusas dan cuenta de un mundo desaparecido y fascinante.
La Capilla Sixtina de la Paleontología
La prensa llamó al lugar la Capilla Sixtina de la Paleontología. No es una exageración: en Constatina hay 90 ejemplares de hasta 88 cm de diámetro. Eran medusas enormes. El hallazgo es único en Europa y sólo comparable en el mundo con otros dos situados en China y Estados Unidos.
El interés del yacimiento “radica en el tamaño anómalo de las medusas, el número de ejemplares [una de las mayores concentraciones del mundo] y la singularidad de su morfología”, según el doctor Eduardo Mayoral, catedrático de Paleontología en la Universidad de Huelva.
La Piedra Escrita de Constantina
Las marcas circulares de Constantina se interpretaron como símbolos escritos de los hombres primitivos. Eran los primeros años de los noventa. Los vecinos llamaron al lugar “La Piedra Escrita”. Algunos incluso lo relacionaron con fenómenos paranormales.
En junio de 1990, Eduardo Mayoral y Eladio Liñán visitaron por primera vez el yacimiento. Las marcas se reconocieron como impresiones de organismos blandos, tipo medusoide. Una rareza.
El yacimiento está en Constantina, municipio de Sevilla, a 2 km del Cerro de la Víbora y en una finca privada denominada “El Revuelo”.
Es uno de los lugares más famosos del Geoparque de la Sierra Norte. Es más: el yacimiento fue decisivo para la calificación de Geoparque europeo.
El profesor Eduardo Jesús Mayoral Alfaro lamenta el estado de conservación del yacimiento: “Aunque se hizo una limpieza hace años, la desidia por parte de la Junta ha sido manifiesta y con el paso del tiempo se va degradando poco a poco”, señala Mayoral.
El esfuerzo del académico y otros voluntarios comprometidos ha mejorado las condiciones del lugar. “Existe desde hace varios años un proyecto de limpieza, mejora y accesibilidad al yacimiento para su visita al público en general”.
Se prevé declarar el yacimiento como Monumento Natural. Los estudios del catedrático Eduardo Mayoral comenzaron en 1992. Los fósiles pudieron permanecer más de 500 millones de años, pero quizás no soporten un siglo más desatendido.
Más información | Medusas del Cámbrico inferior de Constantina (.pdf)